¿Qué es la curación musical?
La curación musical consiste en adaptar las melodías a las vibraciones y mantener una atmósfera determinada para un lugar determinado o incluso para una marca específica. Ser curador musical tiene mucho en común con ser DJ. Hay que tener pasión por la música y amplios conocimientos sobre el género o estilo musical que se selecciona. También hay que ser capaz de percibir el tono de una reunión, un espacio o un lugar y la historia de la marca que hay detrás. En eso consiste la comisaría musical: en planificar el maridaje musical adecuado entre un lugar, una cosa o una marca para los clientes comerciales.
Es un arte, como puede atestiguar cualquiera que haya intentado hacer una mezcla de energía para un viaje por la carretera. Pero también tiene su ciencia. El reto consiste en combinar el arte y el instinto musical con la investigación y la estrategia de marketing. Porque no sólo las fiestas, los clubes y los festivales quieren listas de reproducción. También los hoteles, restaurantes y otras empresas y sus campañas publicitarias. Los anuncios publicitarios utilizan la música todo el tiempo, y lo hacen de forma muy específica y cuidadosamente planificada. Los estudios de mercado sobre los clientes a los que se dirigen, la música y las tendencias de compra, influyen en sus necesidades de selección musical, así como en las decisiones que toman los seleccionadores al crear la lista de reproducción de un lugar o la banda sonora de una campaña publicitaria.
Curar significa reunir y organizar una selección de algo con un propósito específico. Una colección comisariada suele estar destinada a ser exhibida o expuesta. Comisariar música significa elegir y organizar la música con el fin de crear y guiar nuestras experiencias de un espacio, lugar o cosa.
¿Qué hace un comisario musical?
Escuchar música. Mucha música.
Ser comisario musical significa ser un experto en su campo. Como en todas las carreras, hay nichos disponibles dentro del comisariado. Tal vez acabes trabajando con clientes comerciales que organizan eventos corporativos, o tal vez sólo trabajes con hoteles que quieren una mejor música para el vestíbulo y los ascensores. Sea cual sea el ámbito en el que trabajes, habrá estilos y géneros musicales adecuados para él, y tu trabajo consiste en estar al tanto de las novedades, las tendencias y lo que está pasando de moda. Y esto significa escuchar música, mucha música. Dedicarás mucho tiempo a explorar nuevos artistas y creadores y también a mantener el pulso de lo que los clientes potenciales y otros consumidores están disfrutando en ese momento.
Cultivar una red musical.
Encontrar nueva música podría acabar ocupando todo tu tiempo, dejándote con cero energía para curar y diseñar listas de reproducción para tus clientes. Cultivar una red de sellos discográficos, agentes e incluso gestores o promotores significa que te enviarán novedades directamente a ti, tal vez a diario. Así tendrás más tiempo para escuchar y encontrar las mejores canciones para el ambiente que necesitan tus clientes, con menos tiempo dedicado a buscar material por tu cuenta.
Aprende a escuchar con un oído selectivo.
Los distintos clientes tienen necesidades diferentes, que varían en función de la ubicación, la época del año, el mercado objetivo y cualquier otro factor. Un minorista puede querer una lista de reproducción navideña que le resulte familiar pero no demasiado, algo que cree un ambiente festivo y anime a los compradores a tararear y ser felices mientras compran. Ese mismo cliente tendrá unas necesidades totalmente distintas cuando llegue el verano. Tu trabajo como conservador musical es trabajar con esas necesidades cambiantes e incluso anticiparte a ellas. Mantener el oído atento a las nuevas tendencias y a los artistas que están a punto de irrumpir en la escena también forma parte de esto. Imagínese que es el primero en presentar a uno de sus clientes un grupo que pronto será legendario. Su marca podría quedar asociada para siempre a esa música popular, todo ello gracias a tu capacidad curativa.
Conocer las tendencias musicales -y la estrategia de marketing-.
Una parte de la capacidad de satisfacer las necesidades de tu clientela consistirá en entender no sólo su marca, sino también a sus consumidores. Si estás creando una lista de reproducción para una tienda de ropa, vale la pena saber no sólo que la tienda se dirige exclusivamente a jóvenes urbanos de 20 años, sino también entender lo que eso significa. Una mujer de 24 años que compra una chaqueta tendrá gustos musicales diferentes a los de un hombre de 40 años que busca unos vaqueros. Hay que conocer las tendencias de escucha en función de la edad y la región (urbana o rural), entre otros muchos factores.
La educación.
Obviamente, el factor más importante para convertirse en conservador musical es un profundo amor por la música. Puede ser por cualquier género o estilo, pero hay que ser un experto. Tener una enciclopedia de conocimientos sobre la trayectoria del género, sus tendencias actuales y las obras de artistas pasados y presentes es el requisito básico. La mayoría de los empleadores también buscan una licenciatura en un campo relacionado, así como al menos algo de experiencia en el comisariado o la distribución de música. Si estás empezando, busca prácticas o puestos de entrada con otros comisarios o agencias de comisariado para abrirte camino. Las aplicaciones de música como Spotify también utilizan comisarios, lo que puede ser una buena forma de adquirir experiencia, aunque no necesariamente un sueldo fijo.
Infórmate sobre la industria musical y conoce cómo funciona la distribución de música a través de aplicaciones o servicios de streaming, radio/medios de comunicación o uso comercial. Hay cursos y certificaciones en línea sobre el negocio de la música, desde el marketing hasta la concesión de licencias y la publicación. Conoce la forma correcta (legal y ética) de obtener música y ahorra a tus clientes un posible dolor de cabeza más adelante. Esas certificaciones y la experiencia educativa añadida darán también un buen empujón a tu currículum.
Al igual que encontrar el género o los géneros en los que quieres especializarte, explorar el mundo de las carreras relacionadas con el negocio de la música es una forma estupenda de aprender sobre la industria musical y también de encontrar nuevos temas y áreas de interés personal. «Comisario de música» es un término paraguas, que engloba cualquier número de nichos y otras oportunidades que explorar.